Cuando diagnosticaron a Cristina Olender con leucemia tenía 14 años y estudiaba tercero de la ESO. Fue la primera de las tres leucemias y un trasplante de médula que ha superado estudiando en casa. Gracias a la medicina, al apoyo de su familia, pero también a sus profesores, consiguió superar selectividad con calificación suficiente para acceder a la carrera de Medicina, que estudia actualmente. “Los profesores de mi colegio venían a darme Química o Matemáticas antes de ir a sus clases o venían al hospital después de su jornada, cuando estaba ingresada. Aprendí de ellos una actitud de altruismo incondicional y me han hecho ser parte de quien soy ahora”. El día que salían las notas de selectividad y comprobó que podría estudiar Medicina, Cristina estaba ingresada recibiendo quimioterapia. Fue uno de los momentos más felices que recuerda, cuando comunicó a sus médicos y enfermeras que algún día volvería al hospital, pero esta vez como doctora.
Cuando diagnosticaron a Cristina Olender con leucemia tenía 14 años y estudiaba tercero de la ESO. Fue la primera de las tres leucemias y un trasplante de médula que ha superado estudiando en casa. Gracias a la medicina, al apoyo de su familia, pero también a sus profesores, consiguió superar selectividad con calificación suficiente para acceder a la carrera de Medicina, que estudia actualmente. “Los profesores de mi colegio venían a darme Química o Matemáticas antes de ir a sus clases o venían al hospital después de su jornada, cuando estaba ingresada. Aprendí de ellos una actitud de altruismo incondicional y me han hecho ser parte de quien soy ahora”. El día que salían las notas de selectividad y comprobó que podría estudiar Medicina, Cristina estaba ingresada recibiendo quimioterapia. Fue uno de los momentos más felices que recuerda, cuando comunicó a sus médicos y enfermeras que algún día volvería al hospital, pero esta vez como doctora.
무한한 이야기의 세계로 들어가 보세요
한국어
대한민국