Astu tarinoiden maailmaan
Al pedirme escribir el prefacio de una de sus novelas, El precio de la libertad, Matéo Maximoff me da un honor y un placer. Porque me da la oportunidad de expresar mi gusto por la obra y mi estima por el autor. En el mundo nómada, Maximoff fue un precursor como novelista. La cultura gitana ha permanecido mucho tiempo completamente ignorada. Hasta una época reciente su literatura era únicamente oral, compuesta por una gran cantidad de poemas, relatos, cuentos en diversos dialectos de la lengua romaní, repetidos de generación en generación, con inventos, modificaciones, que los transforman, los vuelven siempre los mismos y siempre nuevos. Se cuentan a la puesta del sol, cerca de la hoguera del campamento, o en las casas de madera o en las tiendas. Los cuentos (paramishi) son mayormente, tomados del folclore de países balcánicos, pero el gitano es el personaje central, y tiene el mejor papel. Los especialistas han escrito estas historias al dictado, o las han grabado, lo que permite más espontaneidad a quien narra, más exactitud al transcriptor. Hay cuentos publicados en su dialecto original, con traducción y comentario. Si en el futuro la lengua dejara de usarse, subsistirán al menos esos testimonios. Entre los gitanos, Maximoff es el primer narrador que se expresa, pluma en mano, en francés. Hijo de un gitano de la tribu kalderash y de una manouche, él es miembro de un grupo que vivió antaño en Rumanía, después en Rusia, antes de llegar a España y Francia. A medida que nos aproximamos a la guerra de 1914 su familia ya está presente en la región parisina. Maximoff es un narrador nato, no limitado a la literatura fantástica. Describe las costumbres de su entorno, las que están en vías de desaparecer y las que se perpetúan, colaborando con los Etudes tsiganes como el Jounal of the Gypsy Lore Society. Con el título Tsiganes, escribió en colaboración con Otto Dactwyler el texto de un álbum de fotografías (cerca de un centenar) tomadas en Francia y España (Zurich, Büchergilde Gutemberg, 1959). En una obra colectiva dirigida por Karl Rinderknecht, Tsiganes, nómades mystérieux, publicado en 1973 en Lausanne, ediciones Mondo (con versiones en alemán e italiano), ha redactado un artículo titulado Du premier cri au dernier soupir (Del primer grito al último suspiro). Con experiencia en distintas áreas, Matéo Maximoff ha sido trabajador manual, como calderero ambulante (sabemos que trabajar el cobre es característico de su tribu: la palabra kalderash deriva de la palabra caldärar que significa calderero). Desde 1964 su labor como pastor y predicador de la Misión Evangélica le proporcionó actividades y responsabilidades suplementarias. Él viajó mucho, hasta el país originario de los gitanos, la India. Al final de la Segunda Guerra Mundial Matéo Maximoff debuta en la literatura, publicando (en 1946) en Flammarion una novela de tradición gitana, Les Ursitory, escrita en 1939. Antes, numerosas novelas habían dado una imagen, más o menos fiel o convencional (algunas veces completamente falsa) de los gitanos, descritos por los no gitanos. La historia de los ursitory se vincula a una tradición balcánica, adoptada por los gitanos. Un poco después del nacimiento de un bebé, los ursitory, se reúnen. El futuro del bebé, no tiene apelación posible. Las circunstancias de su muerte serán decididas en ese momento. La tradición de los ursitory se mantiene en algunos países. Se ha publicado un estudio sobre Les sources folkloriques du roman tsigane « les Ursitory » de Matéo Maximoff. Vincula el tema gitano a una leyenda balcánica, particularmente rumana, que deriva de la leyenda de las tres parcas de la mitología griega. La segunda novela, Le Prix de la liberté (1955) también se sitúa en Rumanía. Me parece oportuno ubicarla en su contexto histórico. En los principados rumanos, Moldavia y Valaquia, los gitanos tuvieron durante mucho tiempo
© 2024 Editorial Kohelet (E-kirja): 9788412813968
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E-kirja: 3. lokakuuta 2024
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