¿Cuál es el secreto para que un objeto doméstico se convierta en el símbolo de una época? Duralex (1945-2020). Setenta y cinto años de vajillas hechas de “el acero del vidrio”. Así se publicitaban, en los años 60, en carteles que ponían de relieve la tranquilidad de las madres ante platos y vasos irrompibles incluso si los dejaban en manos de sus hijos. Siempre y cuando ese hijo no fuera Juanjo Millás. “Invité a mis amigos a comprobar cómo podía lanzar un vaso contra el suelo sin que se rompiera” El experimento salió mal y mil cachitos de vidrio se esparcieron por toda la cocina. “Es que cayó mal”. Lo bueno es que, por el material, esos trozos no cortaban. Todo el mundo (casi todo el mundo) tuvo, en algún momento, una Duralex en su casa. Así que, si nos esforzamos, todos (casi todos) encontraremos un recuerdo de infancia asociado. Los había transparentes, caramelo, incluso una serie en verde. La empresa francesa quebró hace un mes, pero su imagen perdurará en nuestra memoria como lo hacen los objetos cuyo diseño triunfa y se convierte en símbolo de vida cotidiana. Charlamos con Ramón Benedito, diseñador industrial en Benedito Design. Con más de 40 años de oficio ha diseñado objetos de todos los tamaños y utilidades: el Taburete Frenesí (expuesto en el Victoria&Albert Museum), la Máquina de Café Futurmat F3… Es posible que cuando vayas al váter te sientes en alguno de sus diseños, y seguro que si sacas dinero en un cajero de La Caixa estés tocando otro.
¿Cuál es el secreto para que un objeto doméstico se convierta en el símbolo de una época? Duralex (1945-2020). Setenta y cinto años de vajillas hechas de “el acero del vidrio”. Así se publicitaban, en los años 60, en carteles que ponían de relieve la tranquilidad de las madres ante platos y vasos irrompibles incluso si los dejaban en manos de sus hijos. Siempre y cuando ese hijo no fuera Juanjo Millás. “Invité a mis amigos a comprobar cómo podía lanzar un vaso contra el suelo sin que se rompiera” El experimento salió mal y mil cachitos de vidrio se esparcieron por toda la cocina. “Es que cayó mal”. Lo bueno es que, por el material, esos trozos no cortaban. Todo el mundo (casi todo el mundo) tuvo, en algún momento, una Duralex en su casa. Así que, si nos esforzamos, todos (casi todos) encontraremos un recuerdo de infancia asociado. Los había transparentes, caramelo, incluso una serie en verde. La empresa francesa quebró hace un mes, pero su imagen perdurará en nuestra memoria como lo hacen los objetos cuyo diseño triunfa y se convierte en símbolo de vida cotidiana. Charlamos con Ramón Benedito, diseñador industrial en Benedito Design. Con más de 40 años de oficio ha diseñado objetos de todos los tamaños y utilidades: el Taburete Frenesí (expuesto en el Victoria&Albert Museum), la Máquina de Café Futurmat F3… Es posible que cuando vayas al váter te sientes en alguno de sus diseños, y seguro que si sacas dinero en un cajero de La Caixa estés tocando otro.
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