Una de impuestos extravagantes: el primero a la orina, cosa del emperador romano Vespasiano (que da nombre a los urinarios para caballeros en Francia: vespasiannes). Pero también impuestos a las ventanas, chimeneas o por no afeitarse.
Nos lo cuenta Nieves Concostrina en ‘Acontece, que no es poco’
FOTO: Getty Images / Whilesteps, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons
Una de impuestos extravagantes: el primero a la orina, cosa del emperador romano Vespasiano (que da nombre a los urinarios para caballeros en Francia: vespasiannes). Pero también impuestos a las ventanas, chimeneas o por no afeitarse.
Nos lo cuenta Nieves Concostrina en ‘Acontece, que no es poco’
FOTO: Getty Images / Whilesteps, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons
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