Luces tenues en el plató. Miradas cómplices que aparecen de repente, una mezcla de sensaciones que van desde la magia hasta la expectación. Comienza a escucharse el ingrávido levitar de los violines, en perfecto equilibrio con el rugir de unos largos tubos que sirven para proteger los cables de la electricidad. Conforme avanza la melodía nos damos cuenta de que se trata de la ‘Sinfonía del Nuevo Mundo’ de Dvořák, pero esta vez suena de una manera distinta, más especial que nunca. Resuena a latas de metal, cajas de madera, plásticos y cubos de basura. Con los cinco sentidos a flor de piel, nos hacemos conscientes de que reciclar suena especialmente bien por muchos motivos; el principal: lo que para unos son residuos, para otros son oportunidades repletas de ilusión y creatividad. Se trata de la Orquesta de la Música del Reciclaje, una iniciativa social inspirada en la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura (Paraguay), el proyecto se trasladó a España en el 2014 para ofrecer formación musical a niños con exclusión social y, a la vez, educar en valores como la solidaridad, la empatía, el trabajo en equipo o la disciplina. Una orquesta que utiliza instrumentos reciclados para empaparse de la fortaleza de las canciones populares universales, lanzando un mensaje motivador en torno al cuidado del medio ambiente y al valor de las segundas oportunidades. “Nosotros creemos que un nuevo mundo es posible, donde el problema de las exclusiones y del reciclaje no sean un problema. Les acompañamos en ese descubrimiento, les hacemos sentir parte de un grupo, los hacemos que tomen poder sobre ellos mismos, que se respeten más y que luchen por lo que ellos necesitan. Creo que esta es la única y verdadera fórmula de integración, la única que realmente vale la pena”, remarca Víctor Gil, director de la orquesta. La Orquesta de la Música del Reciclaje recoge el testimonio de todos aquellos que se sienten vivos a través de la música, de las segundas oportunidades, pero sobre todo del compromiso y de la pasión. Ese compromiso que nos acerca, nos eleva y nos lleva a una sociedad más consciente y más justa: “Si no tienes oportunidades, es difícil avanzar, y creo que es lo bonito de este proyecto, que la música, y en este caso el reciclaje, es una oportunidad que la gente acogerá y disfrutará, porque la música y el arte es una parte fundamental para un desarrollo íntegro del ser humano”.
Luces tenues en el plató. Miradas cómplices que aparecen de repente, una mezcla de sensaciones que van desde la magia hasta la expectación. Comienza a escucharse el ingrávido levitar de los violines, en perfecto equilibrio con el rugir de unos largos tubos que sirven para proteger los cables de la electricidad. Conforme avanza la melodía nos damos cuenta de que se trata de la ‘Sinfonía del Nuevo Mundo’ de Dvořák, pero esta vez suena de una manera distinta, más especial que nunca. Resuena a latas de metal, cajas de madera, plásticos y cubos de basura. Con los cinco sentidos a flor de piel, nos hacemos conscientes de que reciclar suena especialmente bien por muchos motivos; el principal: lo que para unos son residuos, para otros son oportunidades repletas de ilusión y creatividad. Se trata de la Orquesta de la Música del Reciclaje, una iniciativa social inspirada en la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura (Paraguay), el proyecto se trasladó a España en el 2014 para ofrecer formación musical a niños con exclusión social y, a la vez, educar en valores como la solidaridad, la empatía, el trabajo en equipo o la disciplina. Una orquesta que utiliza instrumentos reciclados para empaparse de la fortaleza de las canciones populares universales, lanzando un mensaje motivador en torno al cuidado del medio ambiente y al valor de las segundas oportunidades. “Nosotros creemos que un nuevo mundo es posible, donde el problema de las exclusiones y del reciclaje no sean un problema. Les acompañamos en ese descubrimiento, les hacemos sentir parte de un grupo, los hacemos que tomen poder sobre ellos mismos, que se respeten más y que luchen por lo que ellos necesitan. Creo que esta es la única y verdadera fórmula de integración, la única que realmente vale la pena”, remarca Víctor Gil, director de la orquesta. La Orquesta de la Música del Reciclaje recoge el testimonio de todos aquellos que se sienten vivos a través de la música, de las segundas oportunidades, pero sobre todo del compromiso y de la pasión. Ese compromiso que nos acerca, nos eleva y nos lleva a una sociedad más consciente y más justa: “Si no tienes oportunidades, es difícil avanzar, y creo que es lo bonito de este proyecto, que la música, y en este caso el reciclaje, es una oportunidad que la gente acogerá y disfrutará, porque la música y el arte es una parte fundamental para un desarrollo íntegro del ser humano”.
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